Con el fin de mantener informada a la comunidad del IUNA de la situación institucional que afecta a nuestra universidad, resulta indispensable actualizar la información respecto de los hechos de los últimos días.

El martes 19 de octubre se realizó una reunión a solicitud de los estudiantes que sostienen la toma de Rectorado, en la que participaron cinco miembros delegados por su asamblea con la rectora, la secretaria general y el pro-secretario legal del IUNA. Los solicitantes manifestaron su intención de analizar la situación, lo cual fue aceptado con la convicción de resolver el conflicto de las tomas de las distintas sedes y del rectorado.

En la extensa reunión, que transcurrió durante más de cuatro horas, en la sede de Formación Docente, sita en Rodríguez Peña 262, la rectora ofreció por segunda vez, una respuesta a cada uno de los puntos del petitorio enviado por los estudiantes, teniendo en cuenta las atribuciones de su cargo, las normativas que rigen el marco universitario y la potestad de los distintos órganos de gobierno de la Universidad. Se ratificó la concreción de los nuevos alquileres y se ofreció el establecimiento de un cronograma que definía plazos para el tratamiento de la departamentalización de todas las áreas, en continuidad con lo aprobado en comisión del Consejo Superior. Reiterando que ese punto formaba parte de su plataforma de gobierno, expuesta en la Asamblea Universitaria de mayo de 2009 y el consecuente proyecto de reforma de estatuto presentado por el rectorado.

Luego del diálogo planteado, que parecía destrabar el conflicto, los estudiantes se comprometieron a dar una respuesta para el día 20 de octubre, en función de la consulta que debían efectuar en su asamblea, la cual se desarrollaría esa misma noche y cuyas resoluciones serían informadas al día siguiente. Como única respuesta en el día 20, se produjo la toma de la sede de Rodríguez Peña, donde se había realizado esa reunión, quebrando todo tipo de diálogo y profundizando el conflicto.

En esta situación y habiéndose dado respuesta a las urgencias de infraestructura, las tomas carecen de sentido, en tanto sólo en su pleno funcionamiento institucional, la Universidad puede resolver cada uno de sus problemas.